¿Qué es el turismo educativo?

Para la mayoría el turismo educativo suele tener lugar cuando acabar el año académico y se asocia con mandar a los niños a practicar inglés a algún campamento. ¡Nada más lejos de eso! ¡Puede ser mucho más que eso, y sobre todo, cambiarte la vida!

Los viajes son una forma estupenda de aprender y madurar, no sólo sirven para mejorar un idioma. Una inmersión total en un país es la mejor escuela que se puede tener. Los viajes educativos son un método de aprendizaje bastante más “relajado” (sin exámenes) y mucho más efectivo al tener que interactuar constantemente con el entorno y los locales. Nos obliga a esforzarnos más en ese sentido pero compensa muchísimo más a la larga por la experiencia integral que suponen.

Tipos de viajes educativos

Viajes escolares

Es lo primero que nos viene a todos en mente cuando hablamos de turismo educativo. Se traduce generalmente en estancias cortas o más largas en las que los niños pueden regresar con sus padres en algún momento dado.

Aunque es posible realizarlo a través de agencias privadas, el Ministerio de Educación español facilita becas para cursos de inmersión linguística. Además de estas becas a nivel europeo, también hay programas específicos de colaboración con Estados Unidos. ¡Si sois papás, os animo a que dejéis volar a vuestros pequeñuelos porque a la larga les traerá grandes beneficios: tanto a nivel de desarrollo como aprendiendo idiomas! Con unos meses de aprendizaje en el extranjero es probable que vuestros hijos aprendan 5 veces más inglés que yendo a la Escuela de Idiomas varios años.

Experiencias de estudios universitarios en el extranjero

En España, al pertenecer al Unión Europea, también tenemos sesiones intensivas que pueden ser de 6 semanas hasta para todo el curso en plena inmersión lingüística y cultural. Los dos programas más conocidos son el Comenius (estudios en otras universidades españoles) y el Erasmus (estudios en otras universidades europeas). Las ventajas de estos programas, aparte de abrirnos los ojos sobre otras realidades, es que permiten que el estudiante siga avanzando en su carrera y pueda convalidar las asignaturas realizadas a su regreso.

Para los más mayores que todavía seguimos estudiando, también existen las Actividades de Cooperación Trasnacional que nos permiten formarnos en otros países de Europa. Si os apetece cambiar de aires, sin perder los objetivos que os habéis fijado, pueden ser una muy buena opción. Si sólo os interesa aprender un idioma, también existen muchas academias privadas que organizan viajes en grupos en el extranjero para adultos.

Los viajes colaborativos y el ecoturismo.

Son cada vez más frecuentes las agencias de viajes que empiezan a ofrecer este tipo de viajes de cooperación. Muchos de nosotros no sólo amamos viajar sino que también sentimos la necesidad de ayudar. Estos viajes además de inspiradores pueden ser una forma de aprender cosas de las que nunca nos habríamos sentido capaces de hacer antes: construir, dar clases, cuidar de animales… ¿Quién sabe? Además de ser didácticos, te permitirán conocerte mejor y ayudar comunidades o incluso el planeta.

¿Cuáles son los mejores destinos?

Si lo que te interesa practicar o aprender es el inglés, está claro que Londres, como capital, es la ciudad en la que más encontrarás ofertas, pero también la más cara. Como alternativa en Reino Unido, Bristol, Oxford y Edimburgo tienen muy buena fama con destino educativo. Aún así, si las libras disparan mucho vuestro presupuesto, otras opciones muy de moda para estudiar inglés son Dublín y Malta.

Lo mismo ocurre si quieres practicar francés: París es la ciudad que más propuestas académicas tiene, sin embargo, no menosprecies ciudades como Lyon que también tiene mucho prestigio por sus excelentes instituciones educativas y donde la vida no será tan cara.

¿Quieres empezar con el alemán? Aunque podría parecer que Berlín es la mejor opción, Zúrich se gana la palma seguida de Múnich.

¿Que quieres irte más lejos? Según los recientes estudios de Quacquarelli Symonds (QS), Melbourne, Sidney y Tokio son las que mejor ránking han obtenido teniendo en cuenta universidades, calidad de vida, diversidad de estudiantes, coste y oportunidades laborales. ¡Ponte a buscar becas ya!

Mi experiencia

Fui una niña afortunada por dos motivos: primero, porque me críe en Francia y allí sí que la escuela contemplaba viajes de inserción e intercambios desde edades muy tempranas y, segundo, porque mis padres siempre me apoyaron y me animaron a ello. A día de ello, mucha gente se queda perpleja con mi nivel de inglés que – a pesar de no ser óptimo – me permite comunicarme con fluidez en ese idioma.

Era una niña bastante tímida y esos primeros viajes (con 12 años), me obligaron a enfrentarme a muchos miedos, a desenvolverme sola, a saber estar con otras familias en países y culturas diferentes. Lejos de ser traumatizante, creo que fueron realmente de gran ayuda para mi crecimiento personal. Desde entonces, viajar se ha convertido en una auténtica pasión. Me encanta seguir conociendo una y otra vez gente y lugares diferentes.