Visitar Marrakech es una experiencia sensorial que va mucho más allá del turismo convencional. Esta ciudad marroquí, conocida como la “ciudad roja”, está llena de colores, ruidos y olores que ningún folleto turístico logra captar del todo. Y, más allá de sus murallas y de su historia, los mercados o zocos de Marrakech son una experiencia única para los amantes de las compras.
No obstante, antes de lanzarse a la aventura de las compras y el regateo, conviene tener en cuenta algunos aspectos prácticos. La ciudad es vibrante pero, como cualquier destino turístico popular, pueden surgir imprevistos y problemas en el camino: problemas de salud, pérdida de documentación o robos son obstáculos relativamente frecuentes. Para estar preparado y prevenido la mejor medida es contratar el mejor seguro para ir a Marruecos, que cubra todas las contingencias comunes y evite disgustos.
Artesanía marroquí: tradición y autenticidad
Una de las compras más habituales en Marrakech es, sin duda, su artesanía local. Cada objeto tiene una historia y una técnica transmitida de generación en generación.
Las lámparas de metal calado, para empezar, son uno de los artículos más deseados. Proyectan sombras mágicas cuando se encienden, creando una atmósfera única en cualquier espacio. Las hay en diferentes tamaños y estilos, desde faroles hasta lámparas de techo.
A su lado, los artículos de cerámica se cuentan entre los clásicos que nunca pasan de moda. Platos para colgar, tazas pintadas a mano y cuencos en tonos vibrantes decoran las vitrinas de los zocos. La paleta de colores y los repetidos motivos geométricos evocados por el arte islámico continúan atrayendo a viajeros y coleccionistas.
Por último, ninguna visita está completa sin una alfombra bereber que lleve consigo una historia. Las alfombras de Marruecos han conquistado a interioristas y amantes del diseño por su calidad y singularidad. Diseños geométricos en blanco y negro recorren la orilla del Alto Atlas, mientras que el Medio Atlas sorprende con gamas más explosivas. Cada trazo, cada color, revela la identidad de la tribu que la teje y, con ella, un pedazo del paisaje marroquí.
Antes de dejarte llevar por el entusiasmo de la compra, regálate un minuto para mirar con tranquilidad, comparar precios y hacer preguntas. Es frecuente que el vendedor te invite a sentarte mientras despliega ante ti varios artículos. Ese pequeño gesto casi ceremonial merece su tiempo. Y sigue un consejo que nunca falla: en este tipo de mercados el regateo no solo se acepta, sino que se espera. Del diálogo puede salir un buen precio.
Cuero: mochilas, babuchas y chaquetas
Si hay un barrio icónico por su marroquinería, ese es el laberinto de curtidores de Marrakech. En este lugar es posible observar el proceso tradicional del tratamiento del cuero, aunque el olor puede ser bastante intenso. Una vez tratado, el cuero se convierte en babuchas, bolsas, mochilas, cinturones o chaquetas.
Los accesorios y artículos de cuero que se fabrican en Marruecos se distinguen, entre otras cosas, por su extraordinaria suavidad, notable resistencia y un toque de originalidad que pocos productos imitan. Sin embargo, antes de oficializar la compra, es recomendable examinar atentamente tanto la calidad del material como los acabados de la costura. Un pequeño detalle mal terminado puede resultar en una gran diferencia a la larga.
Cosmética natural: el poder del argán
En años recientes, la cosmética natural que procede de Marruecos ha ganado un espacio considerable en mercados internacionales, y Marrakech se ha convertido, por derecho propio, en uno de los puntos más fiables para adquirir productos genuinos. El aceite de argán puro, utilizado tanto para el rostro como para el cabello, quizás sea el más célebre de la selección.
Para evitar falsificaciones o mezclas de calidad dudosa, lo más aconsejable es realizar la compra en cooperativas de mujeres artesanas o en tiendas especializadas cuya reputación se pueda verificar.
Opciones de compra en Marrakech: la zona más recomendada
La mayoría de los recuerdos más atractivos que uno puede llevarse de Marrakech se localizan en los zocos de la medina, especialmente alrededor de la **Plaza Jemaa el-Fna**, que funciona como el auténtico centro nervioso de la ciudad. Sin embargo, moverse por sus callejuelas estrechas y ruidosas puede resultar desconcertante para quienes nunca han estado en un mercado así, sobre todo por el bullicio y los que piden atención.
Sugerencias para evitar sorpresas desagradables
- Negocia, pero mantén el buen humor. En Marruecos regatear forma parte de la compra, y la primera cifra que escuches suele ser el doble o el triple de lo que pagará el comprador experimentado. Muestra serenidad y dile que ese precio no te conviene.
- Consulta en varias tiendas antes de asumir que has hallado la mejor oferta.
- Analiza el producto con un ojo crítico: revisa costuras, materiales y acabados. Un precio que se siente demasiado bajo suele esconder un defecto que sólo se percibe después.
- Ten cuidado con quienes se ofrecen a ser guías no solicitados. Es habitual que algunos visitantes sean abordados por personas que prometen llevarlos a tiendas donde supuestamente encontrarán los mejores productos, a cambio de una propina. Agradece la oferta con amabilidad, valora si realmente necesitas esa ayuda y no sientas presión por aceptar.
