Chicago es una ciudad estadounidense situada junto al lago Míchigan, más conocida como “la ciudad de los vientos”. Además, es la tercera urbe más poblada de los Estados Unidos, tan solo por detrás de Nueva York y Los Ángeles. En el artículo de hoy te contamos todo lo que tienes que ver en Chicago para que no te dejes nada en tu próximo viaje.
Qué ver en Chicago
Una vez en Chicago, una de mis mayores sorpresas fueron los rascacielos, nada que ver con respecto a lo que puedas observar en fotos o en películas. La Torre de Willis (y que inicialmente era conocida como la Torre Sears) es sencillamente espectacular. Merece la pena subirse a ella, al mirador de Skydeck en concreto, y contemplar tota la ciudad de Chicago desde semejante altura. En total 110 plantas y 442 metros, la torre más alta del mundo desde su inauguración en 1973 y durante más de dos décadas, hasta que se construyeron las torres Kuala Lumpur en Malasia.
El mirador Observatorio Jonh Hancock, es, por otra parte, otro de los lugares que me enamoró. A través de un ascensor se suben 94 pisos en prácticamente medio minuto. Abajo se encuentra la Milla Magnífica, una de las zonas comerciales más enormes e importantes del mundo con un sinfín de tiendas, restaurantes y hoteles de todo tipo. Os recomiendo que vayáis a última hora del día para aprovechar las últimas horas de luz y hacer las fotos y después ver la puesta de sol.
Con todo, la ciudad de Chicago no está dominada exclusivamente por rascacielos impresionantes o zonas comerciales encaradas al consumismo, sino que la ciudad posee también uno de los parques más populares y bonitos de los Estados Unidos: el Millennium Park.
El Millenium Park transmite una sensación de libertad difícil de describir. Desde hace más de 10 años es el pulmón verde de la ciudad de Chicago. En un principio, se tenía que inaugurar el año 2000, pero el proyecto tardó más de lo esperado y no se completó hasta el 2004. Para la gente que le guste el arte – como es mi caso – el Millenium Park es como ver una galería de arte contemporáneo al aire libre, y demás, si hace buen tiempo, se pueden encontrar todo tipo de actividades culturales y deportivas.
El parque también recoge dos de los símbolos del nuevo Chicago, y esto es una de las cosas que más me apasiona. Uno es el Pritzker Pavillon de Frank Gehry, un auditorio al aire libre que puede acoger una orquesta entera. El audio está retardado para hacerlo coincidir exactamente con lo que llega a través del aire, de forma que no se produce ningún tipo de efecto de eco y el concierto se pueda escuchar con la máxima calidad desde cualquier esquina.
- Heymondo: consulta el precio con descuento desde aquí.
El otro gran símbolo, y quizá más conocido por los turistas, es “The Bean”, la estructura del artista Anish Kapoor. Al principio no gustó demasiado a los vecinos de Chicago, pero ahora es uno de los elementos más fotogénicos y más fotografiados de la ciudad.
Justo al lado está The Crown Fountain, de un artista español – Jaume Plensa – y que consta de dos grandes estructuras donde se proyectan las caras de habitantes de Chicago y de donde sale rayos de agua como si se tratase de gárgolas.
Chicago también es conocida por los estudiantes de arquitectura. Y no es para menos, allí empezó su carrera el arquitecto Frank Lloyd Wright que con 22 años, en 1889, compró una casa en el barrio de Oak Park, a las afueras de la ciudad. Allí se instaló con su mujer y sus hijos y acabó consolidando su despacho. De hecho, sólo en Oak Park hay 27 casas construidas por el famoso arquitecto. Además existen visitas guiadas tanto en su casa-estudio como por la zona.
En definitiva, en este peculiar barrio uno se encuentra impregnado de cultura, ¡pero también de cultura culinaria! Aquí pude disfrutar de un fantástico Jibarito. Yo devoré el mío, un plato típico de Chicago, aunque originario de Puerto Rico.
Por último, y dejando aparte la cantidad de museos que tiene la ciudad y lo interesantes que le puedan resultar a cada uno o no – esto ya depende de los gustos -, mi último highlight es para el barrio de Little Italy. Y pese a que la comunidad italiana se ubicó en distintas áreas de Chicago, la mayoría de ellos se concentró en la parte oeste, sobre todo en la calle Taylor y prácticamente hasta los años 60.
Ahora Little Italy no es lo que fue durante aquellos años, pero sigue manteniendo esa esencia que nos recuerda por momentos que estamos en un país europeo dentro de los Estados Unidos. Tiendas, restaurantes, bares…con dueños italianos y que seguro están encantados de recibirte. Por otra parte, en cuanto a la comida, es como matar dos pájaros de un tiro o viajar a dos sitios con un billete: comida italiana en una ciudad estadounidense.
Consejos para viajar a Chicago
En definitiva, estos serían mis consejos resumidos a la hora de visitar Chicago:
Asegúrate de rellenar el formulario ESTA. No te hará falta el visado si vas a estar por una estancia breve o si haces escala en la ciudad. Gracias a la autorización ESTA pude ahorrarme la larga espera para el visado, puesto que este formulario se rellena online.
Chicago dispone de varias áreas, muy interesantes según gustos. En cuanto a arquitectura en este post puedes haber encontrado algunas, pero también hay mucha oferta en cuanto a museos y parques.
Los barrios de Chinatown o Little Italy son una pasada. Este tipo de subcultura en las grandes ciudades es algo realmente curioso y que merece la pena ver. La sensación es muy confusa cuando llevas un tiempo en ellos, puesto que por un momento llegas a olvidar que estás en Chicago.
Este artículo ha sido realizado por Vicente y Neus, dos estudiantes valencianos a los que les gusta compartir sus experiencias por el mundo con la comunidad viajera.
Muchas gracias por la información aunque dudo que pueda viajar a Chicago,antes tengo otros viajes pendientes y aun así me cuesta hacerlos por la economía y el tiempo que requiere,muy útil para quien si pueda ir 🙂
Bueno, lo importante es poder viajar a algún sitio y pasarlo bien 🙂
¡Gracias por comentar!