Toro es pequeña en tamaño pero grande en historia, en patrimonio y en cultura. Aunque si por algo es conocida la ciudad es por su vino. Se dice, además, que la fama del vino viene de la época de los descubrimientos pues fue el vino de Toro el que se llevaron a América las expediciones de Colón. ¿Nada mal verdad?
De todos modos, debo decir que Toro es una ciudad preciosa para pasear y disfrutarla a pequeños sorbos, al igual que su vino. Toro es junto con Puebla de Sanabria una de las localidades más turísticas y bonitas de Zamora.
Te invito a que te quedes conmigo para repasar los lugares que tienes que ver en Toro.
Colegiata
Se trata del monumento más visitado de Toro. Se inicia su construcción en el siglo XII y sigue a lo largo de 3 etapas en las que pasa del estilo románico al gótico. Su construcción se inspira en la catedral de Zamora.
Es una visita que no te debes perder durante tu estancia en Toro, es el monumento más emblemático de la ciudad.
El precio de la entrada incluyendo audioguía es de 4 euros, pero si quieres hacer una visita más completa y más amena puedes reservar esta visita guiada por un poco más.
Bodegas Fariña
Después de la Colegiata, lo más importante que tienes que hacer en Toro es visitar una de sus bodegas. Hay bastantes, pero yo os recomiendo las bodegas de la familia Fariña, que es una de las pioneras en el desarrollo de la denominación de origen de Toro. Disponen de más de 300 hectáreas de viñedo propio.
Se trata de una visita que disfrutarán tanto los amantes del vino como el resto de los viajeros, pues también se pueden ver las galerías de arte inspirado en sus bodegas y en el vino. Disponen de 4 tipos de visitas distintas en las cuáles podrás elegir las catas a realizar y su maridaje con quesos de la tierra o incluso con una comida completa.
Las visitas hay que reservarlas con antelación. Podéis hacerlo desde aquí.
Arco del Reloj
Otro de los monumentos más conocidos es la Torre del Reloj ubicada en una de las entradas de la primera muralla que tuvo Toro y que actualmente es la puerta del mercado.
Se dice que se construyó usando vino en lugar de agua porque éste era más barato. Desafortunadamente no queda documentación que pueda demostrar esta leyenda, ya que el archivo del municipio sufrió un terrible incendio y destruyó todo lo que contenía.
Si seguís la calle en dirección contraria a la Torre del Reloj llegareis a la Colegiata, pero os aconsejo que vayáis haciendo unas cuantas paradas en las terrazas de los bares que os vais a encontrar 😉
Paseo Mirador del Espolón
Pasear por este mirador es una excelente manera de disfrutar del paisaje que ofrece el río Duero y el Puente Mayor. Se extiende por el borde de la atalaya de Toro y une la Colegiata Santa María la Mayor con el Alcázar.
Real Monasterio del Sancti Spiritus
El Real Monasterio del Sancti Spiritus fue fundado en 1316 por Teresa Gil, una noble viuda de la época que decidió dedicar su vida a la religión. Inicialmente, se creó como un beaterio, pero poco después se convirtió en monasterio bajo la orden de las Comendadoras del Espíritu Santo.
A lo largo de su historia, el monasterio recibió el patrocinio y la protección de los Reyes Católicos, quienes lo dotaron de numerosos privilegios. Isabel la Católica, en particular, tuvo un estrecho vínculo con este monasterio, ya que su hija Juana de Castilla, también conocida como Juana la Beltraneja, estuvo recluida allí durante un tiempo.
A día de hoy, el monasterio sigue siendo un convento en activo, donde reside una pequeña comunidad de religiosas que mantienen las tradiciones y el espíritu de la orden.
Alcazar
El Alcázar de Toro se remonta al siglo X, cuando la ciudad de Toro jugó un papel estratégico en la defensa de los territorios cristianos frente a los musulmanes durante la Reconquista. El castillo fue construido como una fortaleza defensiva en una posición privilegiada, sobre una colina que domina el valle del Duero.
A lo largo de los siglos, el Alcázar fue ampliado y reforzado en varias ocasiones, especialmente durante los reinados de Alfonso IX de León y Fernando III de Castilla. El castillo sirvió como residencia real y como base militar en diversas guerras y conflictos que marcaron la historia de Castilla y León.
A partir del siglo XVI, con la unificación de los reinos de Castilla y Aragón y la consolidación del poder real en otras partes de España, el Alcázar de Toro fue perdiendo su importancia estratégica. Poco a poco, cayó en desuso y se fue deteriorando hasta quedar en el estado de ruina que se conserva hoy en día.
Palacio Condes de Requena
El palacio fue construido en el siglo XVI, durante el Renacimiento, por la familia de los Condes de Requena, una de las familias nobiliarias más influyentes de la región. La construcción del edificio refleja la prosperidad y el prestigio de la familia en esa época.
Los Condes de Requena, cuya influencia se extendía por varias localidades de Castilla y León, utilizaron el palacio como su residencia principal en Toro. La familia desempeñó un papel importante en la vida social y política de la ciudad durante el Renacimiento.
Tras la desaparición de la familia en el siglo XVIII, el palacio pasó por varias manos y sufrió un cierto deterioro. Sin embargo, en los últimos años, ha sido objeto de restauraciones para preservar su estructura y su valor histórico.
Plaza de Toros
La Plaza de Toros de Toro fue inaugurada en 1828, lo que la convierte en una de las plazas más antiguas de Castilla y León. Su construcción se llevó a cabo durante el reinado de Fernando VII, en un momento en el que la tauromaquia estaba consolidándose como una de las tradiciones más populares en España.
En la actualidad se ofrecen visitas guiadas y a pesar de que no te pueda interesar la tauromaquia, se trata de una visita que no debes perderte durante tu estancia en Toro.
Puente Mayor
Un cambio de cauce hace de este puente uno muy peculiar, pues está situado en paralelo al rio. Recuerda al puente de Zamora y es una zona preciosa para acercarse a tomarse fotografías.
Una excursión: Zamora
No quería terminar sin recomendaros visitar Zamora. Ya os conté en otro artículo que me da bastante rabia que se la conozca como ciudad de paso solo para disfrutar del románico. Si queréis conocer la provincia a fondo echarle un vistazo que seguro que vais a sacar ideas para hacer una escapada más larga. Además, Zamora está muy cerquita de Toro, a una media hora. 😉
Lo primero, este es el artículo del que os hablaba: Qué ver en Zamora y alrededores (Por un zamorano) . Ahí tenéis todo lo que necesitáis para planificar la ruta.
Lo segundo, el consejo. Si lo que tenéis en mente es hacer una ruta por Zamora pasando por Toro os aconsejo que empecéis el recorrido por Toro y no al revés como hace mucha gente. La mayoría de las cosas para visitar están en dirección opuesta a Toro, por lo que vais a perder mucho tiempo en desplazamientos. Solo os compensa dejar Toro para el final si vais en dirección a la A-6.
¿Qué os ha parecido Toro? ¿A que hay mucho más que ver en Toro de lo que pensabais? Ya os dije que, aunque el vino y la gastronomía son estupendos no es lo único que merece la pena de la ciudad. Si echáis algo en falta podéis dejárnoslo en los comentarios.