Entrevista a Ubay Serra de Viaje a la Esencia

Hoy está con nosotros Ubay Serra, un nómada que ha conseguido su objetivo de viajar y trabajar por los cinco continentes sin renunciar a su vocación. Como puedes imaginar, despues de años viajando por el mundo Ubay tiene mucho que contar así que os dejo con él… 😉

 

  • ¿Cómo y cuándo empezó tu afición por los viajes?

 

La verdad es que empezó tarde, a los 23 años, una edad a la que muchos viajeros han dado ya la vuelta al mundo.

Hasta ese momento no sentía ninguna pasión especial por los viajes, pero todo cambio durante el último año de mi primera carrera: una semana en Cuba. No tenía intención de ir pero a última hora decidí apuntarme y resultó ser una experiencia que me cambió la vida.

A la vuelta ya no veía las cosas de la misma forma. Se me hizo difícil volver a casa y lidiar con la frialdad de las personas, la poca humanidad que se respira en la ciudad y el típico estilo de vida estresado que solemos llevar y en el que apenas hay tiempo para respirar, divertirse y ocuparse de uno mismo. A pesar de la pobreza y miseria de Cuba tenía la sensación de que allí la gente era mucho más feliz que en mi país. Ese mismo verano decidí pasar un mes en la India con una misionera y un grupo de jóvenes como yo. La experiencia supuso un nuevo shock cultural y emocional. Desde entonces, nunca he dejado de viajar siempre que puedo.

 

  • A menudo vemos a muchos viajeros que deciden romper con sus vidas y comenzar a viajar por el mundo por motivos diversos como la necesidad de cambiar de trabajo por frustración al trabajar de algo que no les gusta, buscar oportunidades en otros países… pero pocas veces vemos a alguien que esté trabajando en algo que le gusta y decida continuar con ello en otros países. ¿Qué te llevo a convertirte en un “terapeuta por el mundo”?

 

Pues como bien dices, inicialmente fue por necesidad. Tras estudiar educación física decidí formarme en fisioterapia a pesar de que mucha gente me lo desaconsejaba al ser una profesión sin demasiada salida y muy mal pagada en mi país. A pesar de todo, era lo que deseaba hacer, así que decidí seguir adelante.

Cuando hube terminado fisioterapia quise seguir formándome en osteopatía pero en ese punto la realidad laboral se hizo evidente: no podía costearme unos nuevos (y caros) estudios con los trabajos de entrenador y masajista que realizaba en aquel momento. Además, quería llevar a cabo la profesión para la cual había estudiado. Sin embargo, todo gran problema tiene asociado grandes soluciones.

Había llegado a mis oídos que en Francia la profesión de fisioterapeuta estaba muy bien considerada, además de bien remunerada. Así pues, sin pensármelo dos veces hice las maletas y me fui a París, donde pude ejercer mi profesión y, a la vez, formarme como osteópata. Sin saberlo, aquello era el inicio de la historia de un terapeuta por 5 continentes.

 

Ubay Serra Viaje a la Esencia París
En París comenzó todo…

 

  • Normalmente los viajeros que emprenden una vida de nómada suelen decantarse por Asía o Sudamérica para comenzar su aventura. La mayoría suelen hacerlo para alargar al máximo el tiempo de viaje con los ahorros que llevan pero en tu caso buscaste otra opción, optaste por buscar colonias de nivel económico similar al del país en el que trabajabas en aquel momento ¿Por qué tomaste esta decisión? ¿Crees que es más fácil para comenzar?  

 

Cada emprendedor nómada está sujeto a circunstancias particulares. La mayoría de los famosos “nómadas digitales” de los que oigo hablar son personas que se ganan la vida con profesiones relacionadas con la informática, como la gestión de un blog. Muchos de ellos dejan sus profesiones de base si éstas no están relacionadas con este mundo y, si logran vivir de ello, pocos tienen grandes ingresos, pues no es una profesión fácil. Por tanto, lo ideal es viajar por países con un nivel de vida lo más bajo posible para que tu dinero te cunda lo máximo posible.

En mi caso, descubrí que podía trabajar en las islas y territorios exóticos que Francia tiene distribuidos por todo el mundo. Vivir allí es muy caro, pero los salarios están acordes al nivel de vida. Esta situación me permite ejercer mi profesión de base, viajar y, a la vez, tener un blog como hobbie, una definición que encaja con el concepto de “nómada digital”.

Desde este marco, lo que suelo hacer es trabajar por temporadas en territorios franceses de ultramar y ahorrar suficiente dinero para, posteriormente, viajar por los países vecinos durante períodos de unos 3 meses. Finalmente, termino el ciclo tomándome una temporada sabática para descansar, ver a mi gente y llevar a cabo formaciones o proyectos personales.

La verdad es que he tenido suerte pero, como siempre digo, la suerte hay que ganársela con sudor y lágrimas, y requiere, además, tomar decisiones arriesgadas que suelen disgustar o escandalizar a ciertas de las personas de tu entorno.

 

Ubay Serra Viaje a la Esencia Mayo
Mayotte, un territorio francés de ultramar donde trabajé 7 meses. Fotos por Ubay Serra

 

 

  • Cada vez son más los viajeros que consiguen adaptar una vida de nómada pero pocos son los que pueden presumir de haberlo hecho en los cinco continentes. ¿Con cuál de ellos te quedarías para llevar una vida de nómada?

 

¡Vaya, esta es una pregunta complicada de responder! Cada continente tiene cosas maravillosas que pueden estimularnos en todas nuestras facetas de una u otra forma, y en cada uno de ellos he vivido experiencias diferentes en distintos momentos de mi vida que no cambiaría por nada.

 

En África experimenté aislamiento, intensidad, calor humano y una conexión con la fauna salvaje difícil de igualar. En América del sur sentí pasión, peligro, alegría por la vida y la fuerza abrumadora de la madre naturaleza. En Asia experimenté un día a día que combinaba a la vez caos y orden, una gran sensación de seguridad y un gran respeto y bondad en las personas. En el Índico y el Pacífico encontré equilibrio, mucho amor y aprendí a fluir con la vida en armonía. Finalmente Europa suele suscitarme frialdad, obligaciones, desarrollo tecnológico vacío y dinero.

 

En mi caso, donde más feliz fui y mejores recuerdos tengo fue en el Índico, pero no quiero condicionar con mis experiencias personales a ningún viajero que quiera llevar una vida nómada. Cada viajero debe elegir su destino en función de las oportunidades que surjan y en base a sus sueños y sensaciones personales. De esta forma, uno jamás se equivoca.

 

  • ¿Qué consejo le darías a la gente que quiera emprender una vida de nómada? Por ejemplo, ¿les recomendarías que busquen un trabajo antes de empezar el viaje o que ahorren y lo busquen en destino?

 

Depende del tipo de “nomadismo” que busquen. Si pretendes hacer un viaje de un mes cada año o un gran viaje de varios meses para vivir una bonita experiencia ahorra primero, gástate tu dinero (el viaje es una gran inversión) y vuelve tranquilamente a tu vida de siempre. Pero si quieres construir un estilo de vida nómada que te permita vivir y trabajar a partes iguales la cosa cambia.

De todas formas, cualquier persona que desee de verdad vivir viajando por el mundo puede hacerlo perfectamente y, para ello, se me ocurren un montón de formas. Una vez te quitas los miedos e inseguridades de encima y tomas esa decisión, sólo se trata de organizarte, priorizar lo que realmente te importa y trabajar duro para conseguirlo.

Mi primer consejo sería trazar un plan que incluya el aprendizaje de ciertas habilidades enfocadas a tu objetivo. El segundo sería, obviamente, ejecutar ese plan con trabajo y esmero dedicándole todo tu tiempo y esfuerzo. Cualquier persona, en un plazo máximo de, vamos a decir tres años, puede convertirse en un viajero listo para viajar por el mundo de forma sostenible.

Como habilidades básicas no puede faltar aprender un par de idiomas internacionales, como el inglés, el francés o el español. Y como habilidad específica me decantaría por realizar alguna formación que tenga salida en cualquier país del mundo ¿Cuál? Instructor de buceo, profesor de yoga, masajista, programador web o profesor de español (francés o inglés) para extranjeros entre muchas otras. En tres años puedes aprender bien dos idiomas, formarte en un par de estas profesiones y, simultáneamente, tener un trabajo que te permita vivir. ¿Crees que es mucho tiempo, esfuerzo o dinero invertido? Sí, nadie dijo que fuera fácil. Yo mismo he estado años con jornadas de 50 o 60 horas semanales entre estudios y trabajo. Pero si tienes claro que quieres vivir viajando, a veces éste es el precio a pagar. Por suerte, si ya dominas algún idioma o estás formado en alguna profesión compatible con una vida nómada, tienes más de medio camino hecho.

Cuando te sientas listo tienes dos opciones: lo ideal es ir a un país con una oferta de empleo bajo el brazo, lo cual requiere más tiempo y esfuerzo, y si no, a la aventura. Ahorra un poco, ten algunas ideas sobre qué hacer cuando llegues al país que hayas elegido y fluye con la vida. Las oportunidades llegarán y, en caso contrario, habrás vivido una experiencia en el extranjero, tendrás anécdotas que contar y serás más fuerte para el próximo intento una vez te hayas recuperado económicamente.

 

Ubay Serra Viaje a la Esencia Vivir y Viajar
Vivir Viajando: una experiencia sin igual. Roraima (Venezuela). Foto por Ubay Serra

 

  • En todo este tiempo viajando por lugares tan diferentes seguro que has tenido más de una anécdota viajera….

 

¡Claro, por supuesto! Son tantas que se me hace difícil recordarlas y elegir una.

 

Tras terminar mi contrato como fisioterarapeuta en la isla de Mayotte (África), por ejemplo, tuve que devolver mi coche de alquiler, al que le había hecho unas cuantas rayadas. El chico que me atendió dejó entrever que, a menos que llegáramos a un acuerdo, las reparaciones serías caríiisimas, así que tuve que sobornarle con 60 euros para que manipulara los papeles. Fue mi primer soborno.

En Guyana inglesa (América del sur) fui a ver las cascadas Kaieteur, a las que llegué tras varios días de ruta a pie y en lancha. A la vuelta perdí la avioneta de regreso y tuve que estar tres días más en la selva. Ese error me permitió conocer a un minero clandestino del oro y fui a trabajar un día con él. Puede meterme incluso bajo el agua y ver cómo trabajaba con su pico, su escafandra y su aspirador casero.

Por último, en Nueva Caledonia (Pacífico), donde trabajé unos meses, un nativo me invitó a pasar el día de Navidad en su tribu. Para ser aceptado con ellos tuve que hacer mi “cotûme” o ritual de aceptación, que consistió en regalarles arroz, un tótem, algo de dinero y realizar un pequeño discurso ante el jefe de la tribu y el consejo de ancianos.

 

Jóvenes de una tribu Kanak (Nueva Caledonia). Foto por Ubay Serra
Jóvenes de una tribu Kanak (Nueva Caledonia). Foto por Ubay Serra

 

  • Háblanos un poco de tu blog ¿Qué te motivó a empezar con un blog? ¿Qué podemos encontrar en Viaje a la Esencia?

 

Soy terapeuta de profesión pero tengo corazón viajero, espíritu de filósofo y pasión por la escritura. Un blog era el hilo conductor ideal para desarrollar y canalizar estas facetas de mi persona y hacerlas accesibles a todo el mundo a través de Internet. Esta fue la primera motivación para comenzar mi blog.

Paralelamente, mediante viajealaesencia busco enriquecer al lector con historias, imágenes, anécdotas, y vivencias que he ido (y voy) recogiendo a lo largo del mundo. En ocasiones desde mi óptica de terapeuta y en otras como un simple viajero empedernido. Por otro lado, la segunda parte del blog está dedicada al desarrollo personal, y en ella comparto ideas, reflexiones y consejos que puedan servir de inspiración e incluso técnicas prácticas de autoayuda aplicables a la vida de cada cual. El objetivo final es que el lector pueda encontrar los recursos que le permitan descubrir su propio potencial y vivir sus sueños. De hecho, esta es la frase que utilizo como lema del blog.

 

 

  • ¿Qué planes tienes para el futuro? ¿Continuaras como nómada?

 

Espero que mi espíritu nómada siempre esté vivo. En este momento, me encuentro en un período sabático centrado en hacer crecer mi blog, formarme en otros idiomas y realizar otros hobbies y proyectos personales no remunerados para los que no tengo tiempo cuando trabajo

 

Para el futuro, tengo en mente realizar un nuevo proyecto para ir a trabajar a un lugar exótico y, posteriormente, llevar a cabo algún que otro gran viaje, pero aún no hay nada cien por cien definido.

 

A medio plazo, cuando esté agotado hacer viajes largos, es posible que me establezca ya en algún lugar de forma más estable. Eso sí, mi idea sería seguir trabajando como autónomo y dividir los años en dos mitades, una para realizar actividades remuneradas que me permitan ser sostenible económicamente y otra para viajar, formarme y hacer lo que me plazca. Tengo en mente varios proyectos, pero prefiero no desvelarlos para no tentar la ley de Murphy ni pecar de bocazas 😉

 

 

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