Ouarzazate, el Hollywood de África y la Puerta del Desierto

Cuando llegamos a Marruecos no conocíamos Ouarzazate y mucho menos nos imaginábamos que sería la ciudad que más nos iba a gustar. El Hollywood de África (aunque se filman películas americanas y europeas) y la Puerta del Desierto, esa es Ouarzazate. ¡Vaya si promete!

Pero empecemos por el principio. Llegamos a Fez con la intención de recorrer el norte, aunque visto que iba a diluviar todos los días, optamos por dirigirnos al sur. Teníamos tantas ganas de conocer el Sáhara que no nos importó lo más mínimo. Eso sí, había que reorganizar la ruta. Así supimos que para ir al desierto es mejor hacerlo desde Fez  y que en el camino hacia Marrakech deberíamos reservar mínimo dos días para visitar Ouarzazate.

Juego de Tronos y Star Wars en Ouarzazate

Lo primero que me maravilló fue que allí se hubieran rodado auténticas joyas como Star Wars, Lawrence de Arabia, Gladiator, La Momia o La joya del Nilo. Y atención, fans de Juego de Tronos, aquí encontraréis la ciudad que Daenerys Targaryen libera en el último capítulo de la tercera temporada, cuando salen miles de esclavos llamándola madre.

Y es que Ouarzazate se encuentra en una ubicación única. A los pies de la cordillera del Atlas y a escasos kilómetros del desierto; aquí se puede rodar en paisajes de alta montaña, cumbres nevadas, amplios palmerales, extensas y áridas llanuras, espectaculares dunas y refrescantes oasis con lagos y frondosos valles. Apenas llueve y la luz es excepcional. ¡Un paraíso para cualquier director! Por ello no nos sorprendimos cuando nos contaron que la mayor parte de la población vive del cine y que casi todos los habitantes de Ouarzazate han aparecido en alguna película. ¿Quién no querría ser liberado por una Targaryen?

Qué ver y visitar en la ciudad de Ouarzazate

Seas fanático del cine o no, mientras estés en Ouarzazate, no puedes perderte estas maravillas arquitectónicas que han sido escenario de muchas películas famosas de los últimos 50 años.

Ksar Aït Benhaddou

Se trata de una ciudad fortificada milenaria que la Unesco declaró Patrimonio de la Humanidad en 1987. Aït Benhaddou se encuentra a unos 30 km del centro de Ouarzazate en dirección a Marrakech. Lo ideal es ir en tu propio coche, así tendrás más libertad y podrás explorar la zona, pero también es fácilmente accesible en taxi. En el precio se incluye el viaje de ida y vuelta, además del tiempo de espera. A nosotras nos costó el taxi entero para dos 250 dirhams (unos 25 euros). Eso sí, acuérdate de que en Marruecos todo se negocia, no te quedes con el primer precio que te pidan (será alto). Y ten en cuenta que necesitarás un grand taxi, éstos se pueden compartir y así el precio del trayecto lo repartís entre todos.

Lo mejor que puedes hacer es caminar por la ciudad para admirar la arquitectura tradicional de adobe (arena, arcilla, agua y, a veces, material orgánico como paja o estiércol). La ciudadela es pequeñita y no tiene demasiado misterio: se trata de unas cuantas callejuelas empedradas y estrechas que van ascendiendo hasta la cima de la fortificación. Desde aquí tienes unas vistas espectaculares hacia la zona de Souss-Massa-Drâa y del río Ounila.

La visita al interior de Aït Ben Haddou es gratuita (tendrás que acceder por el puente nuevo, si lo haces cruzando por el cauce del río querrán cobrarte la entrada) y puedes hacerla por ti mismo. No necesitarás un guía, aunque lo más probable es que ellos mismos se ofrezcan a la entrada (no te quedes con un grupo si quieres ir por tu cuenta y si quieres ir con guía no pagues más 50 dirhams por cabeza).

Y para completar la visita, te recomiendo que visites alguna de sus Kasbahs (viviendas). Aunque en su mayoría está deshabitado, todavía viven allí unas 8 familias. Seguramente te lo van a ofrecer ellos mismos, pero si no lo hacen, no tengas ningún reparo en preguntar. El precio suele oscilar entre 10-20 dirhams.

Kasbah Taourirt

Aunque no tan impresionante como la anterior, esta kasbah se encuentra en la misma ciudad de Ouarzazate, así que podrás llegar caminando o en taxi (son 20 minutos caminando por la calle principal así que no tiene pérdida).

Decide previamente si quieres una visita guiada o si prefieres ir por tu cuenta ya que en la entrada van a querer que te unas a un tour. Como siempre en Marruecos, no te dirán que hay que pagarles hasta el final. Pero es de sentido común, nadie trabaja por amor al arte. Para evitar malos entendidos, negocia antes de empezar la visita.

Así, tras pagar la entrada (20 dirhams, unos 2 euros) ya podrás empezar a perderte por sus pasadizos. Y es que dentro de la kasbah encontrarás un laberinto de habitaciones de tamaño irregular con docenas de escaleras que conducen a habitaciones y espacios aún más misteriosos iluminados por ventanas bajas. Pero lo mejor es cuando llegas a salas decoradas con techos de madera tallada o ventanales amplios tallados a mano.

Quedamos un poco decepcionadas cuando supimos que el acceso a las torres permanece cerrado por seguridad, pero igualmente pudimos disfrutar de las vistas a través de las ventanas.

Y cuando termines, no dejes de visitar la pequeña medina que se encuentra en la parte trasera de la kasbah.

Estudios de cine Atlas

Los Estudios Atlas o Atlas Corporation Studios son unos estudios de cine ubicados a 5 kilómetros de Ouarzazate, en dirección a Marrakech. Si eres un aficionado al cine, no puedes dejar de visitarlos. Aunque siempre es recomendable entrar para conocer los detalles de la escenografía de grandes producciones como Gladiator, Astérix y Obélix: misión Cleopatra, Prince of Persia: Las arenas del tiempo o escenas de la ya mencionada serie Juego de Tronos.

La entrada cuesta 50 dirhams (unos 5 euros) y hay que comprarla en la recepción del hotel Óscar, dentro del complejo de los Atlas Studios. Esta vez sí que te va a acompañar un guía ya que entra en el precio de la visita. Eso sí, el recorrido es en inglés. Los horarios son de 8:15 a 17:15 si vas entre octubre y febrero y el resto del año es hasta las 18:45.

Plaza Al Mouahidine y zoco

Como ya dije un poco más arriba, Ouarzazate todavía queda fuera de los recorridos turísticos. Excepto el Ksar Aït Benhaddou, parada obligatoria en todas las excursiones al desierto contratadas desde Marrakech, y la kasbah Taourirt que también recibe un número elevado de turistas, en el centro de la ciudad se respira un ambiente, como suelo decir, más ‘auténtico’ (no es que los lugares que reciben turistas no lo sean, pero todos sabemos que la realidad se disfraza un poco a gusto del consumidor).

El centro de la ciudad es bastante pequeño y se recorre fácilmente en una hora, aunque si lo tuyo es saborear el ambiente, le dedicarás más tiempo. El epicentro es la plaza Al Mouahidine, un lugar bastante concurrido repleto de cafeterías, restaurantes y pequeñas tiendas.

Desde aquí puedes empezar a recorrer el mercado. Éste es un zoco no turístico y pronto te darás cuenta de que todo lo que se vende está pensado especialmente para cubrir las necesidades de los habitantes de la ciudad.

¿Cómo llegar a Ouarzazate en transporte público?

Desde Marrakech, las compañías de autobús Supratours y CTM tienen paradas frecuentes en la ciudad. Son unas 4-5 horas y 90 dirhams, salen desde la estación Bab Doukala. Y si vas en la otra dirección puedes llegar desde Merzouga con el autobús de Supratours que sale a las 8 am (asegúrate de que en el desierto avisas al guía de que tienes que llegar para coger este bus). Otra opción es sumarte a un transporte turístico colectivo por 150 dirhams, pero deberás preguntar en tu alojamiento, ellos lo controlan todo.

Por lo general los precios de los vuelos a Marrakech o a Fez son bastante similares, pero si solo tienes tiempo para visitar Ouarzazate, no estaría mal que comparases los precios para elegir el más económico.

¡Qué maravilla haber encontrado Ouarzazate! Y es que sentada en la plaza me di cuenta de que en Ouarzazate es posible relajarse. Por primera vez en una ciudad marroquí disfruté en soledad de un lugar público, sin que nadie quisiera venderme nada. Me quedó pendiente conocer los cercanos valles del Dades y Todra, la ruta de las mil Kasbahs, el gran Atlas y el valle del Draa. Así que… ¡hasta pronto, Ouarzazate!