Probablemente no hayas oído hablar de este pequeño pueblo costero de Dinamarca, pero no por ello pienses que va a ser una escala aburrida en tu crucero. Skagen es una localidad muy tranquila que tiene la peculiaridad de ser el punto de encuentro de dos mares. Además, es un pueblo precioso y súper tranquilo. Acompáñame que te voy a explicar todo lo que tienes que ver en Skagen en un día o en una escala de crucero.
Cómo llegar a Skagen desde el puerto de cruceros
Para salir del puerto de Skagen, no es necesario que utilicéis ningún transporte ni nada podéis salir andando nada más que salgáis. Vais a encontrar una línea azul que os va a indicar el camino de salida al puerto y vais a llegar justo a la entrada del pueblo lo único antes de llegar vais a pasar por una oficina de turismo, donde podéis coger el mapa gratis y al ahí si continuáis andando llegaréis a la entrada de la calle principal.
Qué ver en Skagen en un día o en una escala de crucero
No te voy a listar todos los puntos turísticos de Skagen porque sinceramente, me parece que muchos no merecen la pena para la distancia que suponen. Realmente esta no es una parada de ver muchas cosas, es una escala corta. Nosotros nos centramos en ver dos cosas con tranquilidad y por nuestra cuenta.
El cabo Grenen
Este es el principal punto turístico de Skagen. La curiosidad de este lugar es que justo en ese pico se junta el Mar Báltico con el con el Mar Negro. En la imagen es difícil de apreciar porque el mar estaba bastante en calma ese día, pero se nota donde empieza uno y donde acaba el otro.
Para llegar a Grenen tenéis que ir a la parada de autobús que encontrareis frente a la calle principal según salís del puerto. No es muy visible porque solo tiene una señal de indicación sin marquesina.
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Tenéis dos tipos de autobuses:
– Línea roja: Es el que da vueltas por todo el pueblo. Este no interesa porque realmente ese recorrido lo puedes hacer a pie.
– Línea verde: Este autobús es el que realmente interesa porque es el que te lleva directamente desde el pueblo hasta Grenen. El precio del trayecto es de 7 euros ida y vuelta. No es excesivamente caro para los precios daneses…
Una vez que lleguéis al aparcamiento de Green, ahí tenéis dos opciones. Podéis coger un transporte muy curioso, que es una especie de tractor autobús (el de la primera foto) que os llevará directamente al punto donde se juntan los dos mares o la opción que os recomiendo, que es ir caminando hasta llegar allí y así podéis ver la los antiguos refugios de la guerra, los búnker.
Por el camino podéis ir leyendo los carteles que explican la historia de esta zona de guerra en Dinamarca, y también, podéis ver la tumba de uno de los poetas más famosos que que paso por por la ciudad.
El paseo por la playa es precioso. Tiene tiene un montón de dunas donde podéis subir para ver las vistas. Merece la pena, porque no son más de 20 minutos y y se aprovecha mucho más que si os llevan directamente al punto donde se juntan los mares para sacaros la foto. Ten en cuenta que esa es la única zona que está llena de turistas.
Caminar por el centro de Skagen
Luego, de regreso, podéis caminar por el pueblo y vais a ver cosas curiosas como por ejemplo una iglesia con con cafetería, un montón de de casitas típicas danesas (de estas que habéis visto un montón de veces en las películas). Es un pueblo para perderte un rato caminando por allí y tomarte algo con tranquilidad disfrutando de la tranquilidad (solo se oye a los turistas). También tenéis la opción de visitar algunos museos locales pequeñitos.
Un rincón que nos gusto mucho fue esta playa con asientos que hay junto al puerto. Es donde descansan los pescadores que viven y trabajan allí. La zona está abierta, pero me dio la impresión de que los barracones de los alrededores eran una zona privada. La verdad es que es todo tan tranquilo que mientras vayas caminando sin armar jaleo nadie te dice nada en ningún lado. Diría que se alegran de ver gente 🙂
La antigua iglesia enterrada de Skagen
Como puntos turísticos, la otra opción más conocida después de Green es visitar una iglesia que ha quedado enterrada por la arena, de la cual solo se ve la parte de arriba de la torre. En nuestro caso decidimos no ir porque al final la iglesia no tiene nada por dentro, e incluso, para meterte dentro de la iglesia tienes que pagar una entrada y andar 2 km y medio hasta allí. Vamos, que lo que vais a ver es lo mismo que se ve en esta foto. Preferimos quedarnos por por el pueblo dando una vuelta hasta que volvimos al barco.
Cómo veis Skagen no es un sitio con muchas actividades ni muchas cosas que ver, pero al menos a nosotros, nos pareció un pueblo con mucho encanto. Es difícil encontrar pueblos pesqueros tan bonitos y tranquilos en otros países de Europa. Yo os animo a que lo disfrutéis tranquilamente y nos contéis a la vuelta que os ha parecido.